Con la licitación aprobada y un presupuesto de un millón de euros, Impulso Verde es «un ejemplo de la lucha por rebajar los impactos de la emisión de CO2 al emitir un 90 % menos que los edificios de hormigón y acero (50 toneladas frente a 470), absorbiendo, además, 280 toneladas de emisiones. Cifras importantes, si se tiene en cuenta que el objetivo de la emergencia climática es reducir las emisiones de carbono en un 7,6 % cada año y llegar a la nulidad de emisiones en 2050», según comentó la alcaldesa de Lugo, Lara Méndez.
Se trata de un ejemplo de construcción en alta tecnología de madera estructural en altura, el primero con madera gallega y cuatro plantas y que abrirá un nuevo horizonte económico para el forestal gallego.
El edificio
En el pasado mes de agosto se aprobó la licitación de la obra del edificio, que cuenta con un presupuesto de 1.040.503 € y un plazo de ejecución de 15 meses. Impulso Verde contará con usos municipales y colectivos y será un edificio de energía casi nula y un modelo de construcción respetuosa sin huella medioambiental, exportable a cualquier otra ciudad de España y de Europa.
Este edificio pionero ha sido concebido con el propósito de transformarse en un referente del nuevo modelo constructivo basado en los recursos naturales autóctonos, ya que emplea la madera local para la totalidad de su estructura, creando un modelo constructivo alternativo a los edificios convencionales de baja eficiencia energética.
El objetivo de este modelo constructivo es minimizar el impacto ambiental, mejorar la calidad de vida, dinamizar el sector forestal gallego e iniciar un nuevo modelo productivo de alta tecnología, que permitirá desarrollar el valor añadido de la madera y de otros cultivos autóctonos. Para su construcción se empleará madera de especies gallegas procedente de la gestión forestal sostenible.